Técnica "Ebru" turca
HISTORIA LA DE LA TÉCNICA TURCA "EBRU"
El “ebru” es el arte de pintar sobre agua condensada con
tierra, pigmentos en polvo y otros componentes químicos que permiten que la
pintura se quede en la superficie.
El origen etimológico de la palabra “ebru”, procede de la
palabra persa ebri que significa “como una nube” o “nublado” y de la palabra
chagatai ab-ru que significa "superficie de agua".
Es una de las artes decorativas más antiguas, tuvo su origen
alrededor del siglo IX en Asia del este.Se cree que este arte surgió en
Turkmenistán, en el siglo IX.
Otras teorías señalan que el “ebru” más antiguo, data del
año 1447 y se encuentra en el Palacio de Topkapi.
También llamado papel jaspeado, es una artesanía originaria
de Japón, como fue mencionado anteriormente. En el siglo IX se utilizaba el
“suminagashi”, era un papel decorado con tinta que se había introducido en agua
y que servía de decoración en caligrafía, poemas y más tarde en documentos
oficiales.
Se extiende al resto de Asia y, en Turquía, conoce un nuevo auge.
Más adelante, en el siglo XVII, llega a occidente y gracias a los intercambios comerciales se instala en toda Europa. En los siglos posteriores se hace muy popular y se convierte en un arte complementario a la encuadernación.
Se extiende al resto de Asia y, en Turquía, conoce un nuevo auge.
Más adelante, en el siglo XVII, llega a occidente y gracias a los intercambios comerciales se instala en toda Europa. En los siglos posteriores se hace muy popular y se convierte en un arte complementario a la encuadernación.
Se trabaja principalmente con materiales naturales, como
ramas de rosal y crines de caballo para los pinceles. Para evitar que la
pintura se sumerja, se agrega al agua una sustancia blanca que se obtiene de la
planta del tragacanto y bilis de ganado.
En caso de no poseer estos elementos se recurre a sustancias químicas o cola blanca para espesar el agua.
Como pigmentos, pueden usarse óleos, tintas litográficas u otras con base de aceite, que se mantienen en la superficie y no se mezclan, permitiendo así formar dibujos definidos.
Las figuras que se crean pueden llegar a ser muy expresivas y algunas recuerdan a texturas marmoladas, de ahí recibe uno de sus nombres esta técnica.
Para rasgar la pintura en el agua, pueden usarse “peines” personalizados para darle la forma deseada, también los alfileres o instrumentos finos y terminados en punta son buenas opciones. Si se cuenta con útiles de diferentes grosores se obtendrá un acabado más variado.
Una vez creado el dibujo, se introduce una lámina o lienzo en el agua, al sacarlo el dibujo habrá quedado estampado en el papel.
Es una técnica que a un nivel avanzado requiere paciencia, pero pueden conseguirse unos resultados realmente hermosos.
En caso de no poseer estos elementos se recurre a sustancias químicas o cola blanca para espesar el agua.
Como pigmentos, pueden usarse óleos, tintas litográficas u otras con base de aceite, que se mantienen en la superficie y no se mezclan, permitiendo así formar dibujos definidos.
Las figuras que se crean pueden llegar a ser muy expresivas y algunas recuerdan a texturas marmoladas, de ahí recibe uno de sus nombres esta técnica.
Para rasgar la pintura en el agua, pueden usarse “peines” personalizados para darle la forma deseada, también los alfileres o instrumentos finos y terminados en punta son buenas opciones. Si se cuenta con útiles de diferentes grosores se obtendrá un acabado más variado.
Una vez creado el dibujo, se introduce una lámina o lienzo en el agua, al sacarlo el dibujo habrá quedado estampado en el papel.
Es una técnica que a un nivel avanzado requiere paciencia, pero pueden conseguirse unos resultados realmente hermosos.
Información extraída de aquí.
Técnica "Suminagashi" japonesa
No hay comentarios:
Publicar un comentario