Jabón elaborado con aceite de oliva, aceite de coco, aceite de palma, manteca de karité, manteca de cacao, aceite de germen de trigo y aceite de rosa mosqueta entre otros.
Aromatizado con aceites esenciales de mirra, incienso y sándalo.
Como ingrediente extra, oro de ley microlaminado.
La Mirra
De cualidad Yin, esta esencia, resinosa tan conocida entre los antiguos, fue utilizada desde siempre como protector espiritual. Esto nos conecta inmediatamente con el elemento Aire, la fuerza de lo Superior que se convocaba a través de su consumo. Sin embargo, debido a su alto poder, es un aceite no recomendado para utilizar durante los embarazos, pues puede llegar a desestabilizar.
En Egipto, la Mirra era quemada en los rituales de bienvenida a la diosa Osiris, y a la llegada de la Noche (el Día era venerado con Incienso). Pero no era la única civilización que tenía conocimiento de sus propiedades. En Grecia, los soldados que partían para la guerra la llevaban consigo en forma de ungüento, con el que se protegían de influencias mágicasnegativas al mismo tiempo que cicatrizaban sus heridas.
De esto se desprende que ya entonces se conocían sus cualidades astringentes y antisépticas, además de cicatrizantes, y es por esta misma razón que el aceite esencial de Mirra aún hoy en día, da pruebas de su efectividad en el tratamiento aromaterapéutico de úlceras y heridas, acelerando los procesos curativos y cicatrizantes en forma notable. En casos de hemorroides, también es un excelente ayudante.
Pero su uso más difundido en la parte clínica, es el de regulador de las funciones respiratorias, particularmente en los procesos de tipo Yin, donde se hace más notable su función estimulante y fortalecedora.
El aceite de Mirra nos conecta con nuestra intuición, estimula el desarrollo del Chakra Frontal y al mismo tiempo eleva nuestra consciencia. Junto con el aceite de Incienso, provoca una mayor elevación espiritual, por lo que se la recomienda en la práctica de la meditación profunda.